Uno de los recuerdos más bonitos del día del cumpleaños en Mansilla Mayor era recibir la cuelga.
La cuelga es un enorme collar que incorpora diferentes dulces “colgados” de la cinta principal. Las cosas más típicas son chicles, caramelos (como los Monchitos leoneses), gominolas de todo tipo, chocolatinas, bolsas, y eso sí, la propina. Hay quien aprovecha para poner algún pequeño regalo.
La cuelga no se pone ni se coloca, la expresión correcta es “echar la cuelga”. Se hacía por sorpresa y en las primeras horas del día del cumpleaños.
Se trata de una tradición leonesa, incluso se puede decir que sólo de una parte de la provincia, en la que se encuentra Mansilla Mayor.
Normalmente los encargados de regalarla son los familiares mas cercanos del cumpleañero, en especial las abuelas eran muchas veces las encargadas de divulgar esta tradición tan nuestra.
Hoy en día la tradición ha caído un poco en el olvido, sin embargo hay quioscos en León que las realizan por encargo, aunque claro, nada como las caseras hechas al gusto del que la recibe.
Desde aquí me gustaría animar a recuperar esta bonita tradición, que sin duda hará sonreir a los niños y a los no tan niños en el día de su cumpleaños.
